La discapacidad auditiva es el trastorno sensorial caracterizado por la pérdida de la capacidad de recepción de las formas acústicas, ya sea por una alteración del órgano de la audición o bien de la vía auditiva.
En este apartado debemos realizar una diferenciación entre sordera e hipoacusia:
- SORDERA: Una persona sorda es aquella cuya agudeza auditiva le impide aprender su propia lengua, seguir con aprovechamiento las enseñanzas básicas y participar de las actividades normales de su edad.
- HIPOACUSIA: Una persona hipoacúsica es aquella cuyo resto auditivo (con o sin ayudas complementarias) le es funcional para su vida diaria, por lo que, generalmente, permite la adquisición del lenguaje.
Los tipos de discapacidad auditiva que podemos encontrar son:
- Según el momento de aparición: prelocutiva (de 0 a 2 años), perilocutiva (de 2 a 3 años) o postlocutiva.
- Según la localización de la lesión: oído medio o externo (obstrucción que afecta a la progresión del sonido, afectando al aspecto cuantitativo) u oído interno (problemas en las vías de acceso al cerebro, y suelen afectar a la calidad del sonido).
A continuación vamos a realizar una clasificación de la discapacidad auditiva según la intensidad:
- Audición infranormal: no sobrepasa los 20 dB.
- Deficiencia auditiva ligera o leve: de 21 a 40 dB.
- Deficiencia auditiva media o moderada: de 41 a 70 dB.
- Deficiencia auditiva severa: de 71 a 90 dB.
- Deficiencia auditiva profunda: de 91 a 119 dB.
- Deficiencia auditiva total o Cofosis: más de 120 dB.
Existen numerosas ayudas que pueden mejorar nuestra audición, como pueden ser los audífonos, los equipos de frecuencia modulada o los implantes.
Conviene hacer mención a las diferentes características que suelen presentar las personas que padecen deficiencia auditiva. Estas son:
- A nivel cognitivo, puede existir un mayor retraso en la inteligencia abstracta, déficit atencional, dificultad para anticipar situaciones o dificultas para la comprensión de actividades regladas y complejas.
- A nivel socioafectivo, puede existir dificultad de relación con el mundo exterior, tener una actitud irritable y agresiva y tener mayor expresividad y aumento de las gesticulaciones.
- A nivel motriz, menor capacidad de velocidad de reacción, desequilibrio en la estructuración espacio-temporal, dificultad para la apreciación del ritmo, alteraciones del equilibrio estático y dinámico, problemas en la coordinación locomotora, problemas en el control postural o problemas de lateralidad.
Existen numerosos beneficios de la actividad físico-deportiva en estas personas, tanto para mejorar a nivel social y psicológico, como para hacerlo motrizmente.
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